Cuando en el Perú brillen nuevos vientos de ser un País verdaderamente democrático, los peruanos que radicamos fuera de la Patria, de seguro querramos volver.
Falta mucho hacer realidad este anhelo, porque añoramos un gran Perú, libre de sabandijas politiqueros que tratan de mantenerse en el poder político para usarlo en satisfacciones personales, familiares y grupales.
La otrora oligarquía, desaparecida por las interrupciones de gobierno de facto, y ahora renacida, han logrado nuevamente con el cuento de recuperar la "democracia" insertando en esta convivencia a una izquierda comunista llamada "caviar"; un acomodo que les permite usar el poder y los recursos del Estado en beneficio familiar o grupal.
Los grandes intereses de obtener pingues ganancias para sus bolsillos, han ido haciendo mella en el sentir y en el status de la gran mayoría de peruanos. Si bien antes, mejor dicho, en los años 1950 hasta 1970, se distinguían claramente las clases sociales: Alta, Media y Baja, hoy se distinguen claramente: La burocracia, aquellos que gobiernan, con raras excepciones de una clase media, que reciben sus sueldos de la caja fiscal del gobierno; y la gran Mayoría: el Pueblo que sufre por el desempleo.
Los actuales profesionales, o se acomodan al sistema, o no logran sus sustentos, muchos de ellos se obligan a prestar sus servicios por un sueldo misero que solo les alcanza para sus primordiales necesidades. Otros, están acomodados políticamente en sus puestos, sirviendo a los que gobiernan, para que estos logren sus objetivos de convertirse de la noche a la mañana, en nuevos acaudalados a costa del Estado.
La corrupción campeante es una enfermedad incurable en el Perú se afirma, no hay remedio para eso, es una cadena de sucesión. La corrupción solo será desterrada cuando hayan peruanos decididos a denunciarla sin tapujos, sin medias tintas, señalando a quien sea y caiga quien caiga, y cuando haya una prensa libre de presiones y mediatización, cuando se hable con lenguaje claro y sencillo.
Hemos visto como los políticos, usan el poder a través de una prensa mediática para tumbarse al que es favorito para gobernar. Una prensa adicta al chantaje, y al dinero, desinforma o tergiversa la información, de acuerdo a sus intereses de linea, ocultando la verdad. Si bien un Montesinos que delató no solo a la oligarquía corrupta de los medios de comunicación a través de sus filmaciones, hoy los nuevos gobernantes oligarcas hacen y deshacen acuerdos debajo de la mesa, sin que nadie los filme para asegurarse en el futuro de cualquier enjuiciamiento. Ya no dejan rastros, porque todos comen de la misma torta. Así fue en el pasado, hasta la era de Montesinos. Ahora han retomado la posta del soborno y el chantaje para acallar, pero sin dejar huellas. Niegan todo. No hay como probar lo contrario. Un Servicio de Inteligencia que solo sirve para ocultar la defensa del País. Los peruanos que honestamente buscan un mejor porvenir para sus hijos emigran a otros países, sean legales o ilegales, porque en verdad, están cansados de la podredumbre que existe en el País. Lógicamente, que quedan muchos peruanos honestos que luchan contra el sistema. No se cansan de luchar y están siempre atentos de los gobernantes de turno. No hay gobierno que entre y no cambie las reglas en el sistema educativo , dicen que para mejorar la educación de los futuros ciudadanos peruanos. El objetivo y el fin es atrazarlos en tanto se convulsiona la educación en el País, para que solo algunos privilegiados tengan la opción de gobernar el País, y porque no decirlo, son los familiares de los que gobiernan, con el dinero que usufructúan al Estado, ellos educan a sus hijos en los mejores colegios y en Universidades exclusivas y con post grados en el extranjero, porque ellos piensan que serán los futuros políticos gobernantes del País. Los peruanos del Pueblo cuando logran sus éxitos fuera del País, allí esta la Prensa con grandes titulares: Peruanos que triunfan.
Cuando verdaderamente cambie todo esto, los peruanos que estamos alejados de la Patria, porque desde lejos se ve mejor lo que ocurre en ella, quizás algún día podremos decir, es hora de volver, aunque sea tarde solo para gritar VIVA EL NUEVO PERÚ .
