domingo, 29 de junio de 2008

“Fujimori, vencedor del terrorismo, ha sido puesto en el banquillo como vencido”

El 18 de Abril del 2008, el ex jefe de la Dirección Nacional contra el Terrorismo (Dincote) de la Policía Nacional, general PNP Juan Hilmer Gonzales Sandoval, rompió el silencio que muchos de sus colegas no se atreven a denunciar. Frente al Obelisco de los Héroes de Pacificación Nacional, ubicado en la plaza Defensores del Cenepa, en San Borja y con ocasión del "Homenaje a los Defensores de la Democracia contra el terrorismo", el citado general pronunció un discurso valiente y sin eufemismos, sobre el terrorismo que asoló al país y sobre los problemas que confrontan las FF.AA en sus Institutos Militares y la Policía Nacional , y que la "prensa caviar" mediatizada no se atreven a publicar. Es por esta razón que me permito publicar el texto del discurso transcrito del audio de un video de you tube...... “Como ciudadano peruano, que ha vestido el uniforme de la Policía Nacional para servir al país, nunca he dejado de ser consciente de que el honor y la lealtad están en mi formación profesional y peruano de bien... Y por honor, no puedo jamás caer en la ingratitud del olvido. Hoy, cuando apenas han transcurrido algunos años desde que se produjera la derrota del terrorismo, vemos que el olvido y la ingratitud en sórdida alianza, mutilan la historia, ocultan la verdad, convierten a las víctimas en victimarios... Sí......, los que pusieron el pecho a las balas asesinas del terror y también quienes tuvieron el coraje de tomar decisiones políticas, con el fin de evitar que el Perú se siga desangrando, han sido convertidos en victimarios. En 1990, una gran ola de sangre se veía venir sobre el Perú como consecuencia del avance del terrorismo, cuyo objetivo era convertir nuestro país en un inmenso campo de concentración polpotiano. Todos los ciudadanos, no solo los militares y policías, recordamos, porque lo hemos vivido, que la casi totalidad de la clase política, de izquierda a derecha, estaba paralizada y como vivíamos una democracia, la parálisis afectaba también a las FF AA y la Policía Nacional, que recibe órdenes del poder político. Rol del GEIN El poder político estaba vergonzosamente arrinconado, los terroristas se fugaban de las cárceles por túneles con sistemas de iluminación y ventilación, desde los penales se impartían órdenes para operaciones de aniquilamiento y, en el colmo del desparpajo se organizaban desfiles de terroristas uniformados, que filmaba la televisión europea. Entretanto, empezaba a cobrar forma el gran genocidio que nos prometía Sendero Luminoso, con las cotidianas masacres de humildes campesinos de remotas aldeas andinas. Y de este gran salto no se libraba la ciudad, víctima de apagones casi diarios, paros armados, coches-bombas, secuestros y asesinatos en plena calle. Se venía la gran ola de sangre de la guerra popular senderista y los militares y policías estábamos dispuestos a servir de dique de contención al terror, como lo habíamos hecho desde 1980. Sin una política antiterrorista que involucrara a la población y la pusiera de nuestro lado y sin condiciones legales para impedir que los terroristas se burlen de lo que llaman "resquicios burgueses" probablemente habríamos sido derrotados. Si las capturas históricas del Grupo Especial de Inteligencia-GEIN de la Dincote de la PNP se hubieran producido antes de 1990, probablemente los abogados "autodenominados democráticos" habrían puesto en libertad a Abimael Guzmán y sus compinches. Es hora, por ello, de evitar las medias palabras y medias tintas y señalar lo que en justicia ocurrió: un gobierno como el que nació en 1990 y que tuvo el coraje de enfrentar frontalmente el terrorismo, dar las leyes que impidieran la coladera terrorista, neutralizar los paros armados y los atentados contra la infraestructura energética del país, movilizar a las rondas campesinas y los comités de autodefensa.
FUJIMORI Ese gobierno lo presidía un hombre que hoy, para vergüenza del país, está siendo juzgado por violación de derechos humanos. El hombre que evitó uno de los mayores genocidios de la historia y que iba a ocurrir en el Perú es el botín de quienes jamás tuvieron éxito en lograr la pacificación del país. Esa pacificación que hoy gozamos y que es la atmósfera que respiramos y respiran los inversionistas y turistas que hacen crecer nuestra economía. La pacificación que pretendió lograrse con sendas leyes de perdón para defensores de la Patria, que habían incurrido en lamentables excesos, y terroristas arrepentidos fue tergiversada por las leguleyadas de ciertas ONG internacionales. Hoy campea el odio y es visible la ventaja que, gracias a los políticos enemigos de la patria, han obtenido los abogados y defensores de los terroristas, ayer abogados democráticos, hoy abogados de la parte civil. Circo político Se atenta de modo absolutamente irresponsable contra la pacificación y la reconciliación entre los peruanos, tan necesaria en estos momentos. Y ello es así porque una monstruosa y aberrante desproporción se ha producido, con las características de un lamentable circo político. Un ex presidente al que se acusa sin pruebas de dos excesos condenables y, por otro lado, la liberación indiscriminada de 3,000 terroristas, algunos de los cuales son responsable de crímenes más horrendos que los de La Cantuta y Barrios Altos. ¿Alguien puede entender esto? Este es el balance real y racional que con orgullo y dignidad nuestras Fuerzas Armadas y Policía Nacional del Perú contribuyeron por la paz y democracia para el desarrollo del país. Exhorto, pues, a los militares y policías peruanos, en situación de retiro, héroes anónimos de una guerra que ganamos para nuestro bicolor, a no ausentarse de la opinión y la presencia en el debate y en la participación activa para hacer prevalecer la paz social y la justicia en nuestro país.”

domingo, 1 de junio de 2008

Porque UNOS si y OTROS no?

En el diario "La Razón" de Lima-Perú Víctor Robles Sosa escribió un articulo que la opinión publica debe conocer y tener presente, porque la historia lo juzgara, mientras en el Perú existan políticos y jueces que engañen al pueblo peruano Uno de los mayores engaños que ha cometido la llamada Comisión de la Verdad en agravio de las personas que creen de buena fe en ella, es la manipulación política de los llamados "casos judicializados" en contra de militares a los que acusa de supuestas "violaciones de los derechos humanos". Quienes creen que la CVR actuó con claridad e imparcialidad en ese tema se equivocan. Los miembros de esa comisión, unos de manera consciente y otros como "tontos útiles", discriminaron políticamente a quienes "debían" acusar ante la justicia. Por ejemplo, el general Howard Rodríguez Málaga fue acusado por la CVR de graves violaciones de derechos humanos cuando fue Jefe Político Militar de Ayacucho, en 1989, pero según la ley que regulaba los Comandos Político Militares, tenía sólo responsabilidad administrativa, mientras que la responsabilidad militar era del Jefe de Operaciones, cargo que ejerció entonces el general Walter Ledesma. Ledesma también ejerció un cargo operativo importante en Ayacucho cuando fue jefe político-militar el general Wilfredo Mori Orzo (1985), otro acusado de "crímenes". Según la tesis perversa de la "cadena de mando", Ledesma debió ser acusado de los crímenes imputados a los generales Rodríguez y Mori, pero la CVR se hizo de la "vista gorda" solo porque fue ministro de Defensa del gobierno de Valentín Paniagua. Otro caso es el del general Eduardo Bellido Mora, ex jefe político militar del Huallaga, quien fue acusado de "arrasamientos de pueblos" de la margen izquierda del río Huallaga, en la operación "Aries", que fue ejecutada y comandada por el general Roberto Chiabra. ¿Por qué éste no ha sido acusado? Porque fue ministro de Defensa de Alejandro Toledo, quien cogobernó con la izquierda "caviar". El general Marciano Rengifo fue jefe de Estado Mayor del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, es decir, jefe operativo de los Frentes Huallaga, Mantaro, Huamanga y los demás, durante la guerra contra Sendero Luminoso, en 1989. Todos los oficiales generales que comandaron esos frentes han sido "judicializados" por la CVR, pero al general Rengifo, el jefe de ellos, no lo tocan porque fue congresista de Toledo y les dio la espalda de sus camaradas cuando fue presidente de la Comisión de Defensa Nacional del Congreso. Cuidado, no decimos que los militares toledistas hayan sido violadores de derechos humanos, sino que la CVR, de acuerdo con su lógica perversa, también debería acusarlos, pero los exoneró por razones políticas, porque se sometieron al poder caviar. En esta persecución selectiva contra oficiales institucionalistas también participan los fiscales y jueces anticorrupción y de Terrorismo" que han "ignorado" la presencia de los militares toledistas en la "cadena de mando". ¿De qué independencia judicial nos hablan? Ni qué decir del aparato mediático "caviar", que tampoco quiere ver lo evidente. A ver si sus costosas "unidades de investigación" se atreven, por ejemplo, a verificar si Chiabra comandó la operación "Aries" en la margen izquierda del Huallaga, donde supuestamente fueron "arrasados pueblos enteros". ¡Y ni hablar de las ONG, tampoco los han visto en sus investigaciones millonarias! . Bien dice el proverbio: "no hay peor ciego que el que no quiere ver". Todo esto demuestra que no hubo en la CVR, y tampoco hay en las ONG políticas, ni en los fiscales y jueces "capacitados" por la izquierda caviar, un auténtico afán de justicia y de verdad, sino un móvil innoble y vil de venganza política. Todo esto ha sido denunciado por la prensa independiente cuando comenzó el gobierno aprista, hace dos años, con la esperanza de que se haría justicia, pero no ha sido así. Jorge del Castillo ha preferido cerrar los ojos, y taparse la boca y los oídos frente a la injusticia. También ha alentado la persecución y le ha dado espacios en el Ejecutivo a la izquierda caviar y sus ONG. La historia lo juzgará.

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