viernes, 20 de agosto de 2010

PERU EN MANOS DE SICARIOS DE INJUSTICIA

IDL Y TRIBUNAL CONSPIRAN PARA DESACREDITAR AL TC

Por Víctor Alberto Robles Sosa (*)

El juicio al ciudadano Julio Salazar Monroe pasará a los anales de la Judicatura peruana como uno de los abusos judiciales más indignos que se hayan cometido en agravio de un ciudadano.

A Julio Salazar lo humillaron hace pocos días llevándolo en pijamas y pantuflas a la Primera Sala Penal Especial, el tribunal inquisidor que lo juzga desde hace más de siete años por el caso La Cantuta, el mismo tribunal que, sin pruebas ni testigos, el año 2008 lo declaró culpable de un crimen que no cometió (Barrios Altos) condenándolo a 35 años de cárcel.

Semejante humillación fue fraguada entre la ONG Instituto de Defensa Legal (IDL), el diario toledista La República y la Sala Penal, con el propósito de desacreditar un fallo del Tribunal Constitucional (TC) que se veía venir en contra de esa Sala por haber violado el Plazo Razonable en el juicio a Salazar.

La Sala y el IDL sabían que dicho fallo sería contrario a sus intereses porque existía el precedente del caso Chacón, en el que el TC resolvió que el colegiado Villa Bonilla había violado la ley al juzgar por excesivo tiempo al general Walter Chacón Málaga.

Adelantándose a la sentencia del TC sobre el caso Salazar Monroe, la Sala y el IDL se confabularon con La República para inventar un supuesto "destape" que revelaría que Salazar "se hace el enfermo" para boicotear el juicio. De esta manera esperaban dejar "sin piso" a la resolución del TC.

Pero las mentiras tiene vida corta y pronto la verdad salió a flote, para desgracia de las vocales Inés Villa Bonilla, Inés Tello de Ñecco e Hilda Piedra.

Primero el TC sentenció que la Sala Villa Bonilla había violado el principio del Plazo Razonable en el juicio a Salazar Monroe. Según nuestra ley, una persona no puede estar enjuiciada más de 50 meses, pero Salazar lleva sometido a juicio con detención ¡más de 84 meses!

En segundo lugar, el fallo del TC señala con absoluta claridad que la demora del juicio es por responsabilidad exclusiva de la Sala, y es mentira que el inculpado haya demorado el juicio.

El acápite 49 de la Sentencia dice lo siguiente: "En cuanto a la actividad o conducta procesal del favorecido, el Tribunal observa que de las instrumentales que corren en el presente hábeas corpus, que éste durante el desarrollo del procedimiento, no ha tenido actuaciones dilatorias u obstruccionistas. Por lo tanto, puede concluirse que la conducta procesal del afectado durante el proceso penal mencionado no ha influido en la demora de resolución definitiva de éste, ni lo ha entorpecido".

En cuanto a la responsabilidad de la Sala, el documento indica que ésta no puede argumentar que se trata de un "caso complejo" para justificar la demora.

Así lo dice en el acápite 47 del fallo: "El Tribunal considera que debe descartarse la complejidad del proceso penal para justificar que hasta la fecha no se haya emitido una sentencia definitiva que decida la situación jurídica del favorecido, pues si bien se trata de un caso que presenta una pluralidad de procesados y agraviados, ello, per se, no determina que el asunto sea complejo".

A continuación, en el punto 48, añade: "El Tribunal estima que el proceso penal cuestionado no es complejo, debido a que el análisis jurídico de los hechos por los que se le viene procesando al favorecido es sencillo, por cuanto tales hechos fueron determinados en forma clara en el proceso iniciado en la jurisdicción ordinaria que se inició con la denuncia de la Fiscal de la Cuadragésima Primera Fiscalía Provincial Penal de Lima (7 de abril de 1995)".

En otras palabras, el TC confirma que la única razón de la ilegal y excesiva demora del juicio a Salazar Monroe es la incompetencia de las vocales.

En lo que respecta a la supuesta simulación de la enfermedad de Salazar, esto ha sido desmentido por el ministro de Defensa, por el médico tratante y por la historia clínica del enfermo, en la que consta que el paciente padece de dos hernias en la columna vertebral, artrosis lumbar e hipertensión.

El médico neurólogo Augusto Martínez Cueva ha explicado que como consecuencia de dichos males, Salazar padece de fuertes dolores en la columna así como de calambres en las piernas que le impiden caminar.

Además, la Sala conoce el cuadro clínico del procesado, pues Martínez se lo informó a los peritos médicos del tribunal que lo visitaron a fines de mayo para pedirle con insistencia que diera de alta al paciente lo más pronto posible.

El doctor Martínez Cueva les dijo que daría de alta a Salazar solo si permitían que éste sea sometido a una terapia física semanal. Los peritos se comprometieron a hacerlo, pero Salazar nunca fue llevarlo al hospital.

En cambio sí lo llevaron al juicio en un camión, sentado sobre una banca madera, durante dos meses seguidos, lo cual acabó por agravar sus males.

Al ser informado por la familia de Salazar de que éste había empeorado, y en vista de que no le permitían ver al paciente, el médico prescribió reposo total del enfermo, desde el 31 de julio al 31 de agosto, por razones humanitarias y preventivas de urgencia.

Salazar Monroe recién pudo asistir a su primera terapia de medicina física el 11 de agosto, ¡dos meses y medio después de la prescripción!, visiblemente deteriorado, en una silla de ruedas.

Los hechos narrados confirman la falta de imparcialidad, de sentido de justicia y de humanidad de la sala que juzga a Salazar Monroe. Por estos motivos el abogado del procesado ha iniciado acciones contra las vocales ante el Órgano de Control de la Magistratura (OCMA) el Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) y la Defensoría del Pueblo. Esperemos que se haga justicia.

Por lo pronto, la Corte Superior de Justicia debería anular en el acto la resolución írrita de la Sala Villa Bonilla que decide prescindir del alegato final de Salazar, por estar sustentada en una mentira, que es la supuesta simulación del mal estado de salud que atraviesa el procesado.

Finalmente, la familia de Salazar también debería denunciar como corresponde al IDL, por haber fraguado la mentira sobre Salazar, en agravio de la salud y la vida de éste, sin tener el menor respeto por los derechos humanos.

(*) Periodista y director ejecutivo del Instituto Paz, Democracia y Desarrollo (Ipades)

E-Mail:

victor.robles.sosa@hotmail.com

Blog:

http://victorrobles.wordpress.com

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